Íñigo López de Mendoza, el Marqués de Santillana (1398-1458), con sus cuarenta y dos Sonetos fechos al itálico modo, es el primero en adaptar el soneto a la lengua castellana. Sus sonetos suelen tener rima alterna en los cuartetos (ABAB-ABAB), y en los tercetos siguen el esquema CDC-CDC, o, a veces, CDE-CDE. Los hay de distinto contenido: amor cortés, político, religioso, y otros.
Más allá de sus aspectos formales, el Marqués de Santillana introdujo las formas italianas en la lengua castellana. Adapta así las estrofas a los modelos expresivos y a los sentimientos de la España de su tiempo.