Oscar Wilde (Dublín, 1854-París, 1900) es uno de los dramaturgos más destacados de la época victoriana tardía, además de poeta y escritor. Su agudo ingenio -reflejado en sus epigramas-, su extravagancia y su brillante conversación le hicieron gozar de gran celebridad. Su filosofía hedonista cambia, tras varios años en la cárcel, donde experimenta una crisis espiritual. Morirá indigente, a los cuarenta y siete años, tras convertirse al catolicismo.