De sobremesa es la única novela del poeta colombiano José Asunción Silva. Se trata de una de las pocas muestras que nos quedan de la prosa del modernista, con el agravante de que fue escrita de manera precipitada meses o semanas antes de su suicidio en la madrugada del 24 de mayo de 1896, día en el que se encontró el manuscrito de la novela en el cuarto del poeta entre sus papeles. La primera versión la había escrito un año atrás, durante su primer año como secretario de la Legación Colombiana en Caracas. En el viaje hacia Bogotá a finales de enero de 1895, el buque en el que viajaba entre Caracas y Cartagena, el Amérique, encalló cerca de las costas colombianas. Junto con Cuentos negros y El libro de versos, Silva perdió lo que consideró por entonces lo mejor de su obra. Para sus treinta años Silva había perdido a cuatro hermanos, a su padre y a su tío Antonio María Silva Fortoul antes de llegar a París en octubre de 1884; múltiples negocios; y ni hablar de dineros: llevaba alrededor de cinco años sobrellevando como un yugo la quiebra económica familiar. La historia de la novela, como fue toda su historia personal, estuvo desde sus inicios imbuida de fatalidad, muerte y, por lo tanto, misterio.