Miguel de Molinos Zuxia (Muniesa, Teruel, junio de 1628-Roma, 28 de diciembre de 1696). España.
Sus padres eran Pedro Molinos y Ana María Zuxia. Se doctoró en teología y se ordenó sacerdote en Valencia. Allí fue beneficiado de la iglesia de San Andrés y recibió licencia como confesor de monjas.
En 1665 la Diputación del Reino de Valencia le encargó postular la beatificación de Francisco Jerónimo Simó, y para ello marchó en a Italia.
Se estableció en la iglesia agustina de San Alfonso, donde ganó fama como predicador y director espiritual y consiguió apoyo entre personalidades destacadas, que fueron sus fieles adeptos. Por entonces tuvo intercambio espistolar con la reina Cristina de Suecia y se relacionó con el papa Inocencio XI.
La Guía espiritual, con el subtítulo "Que desembaraza al alma y la conduce por el interior camino para alcanzar la perfecta contemplación y el rico tesoro de la interior paz" se publicó en italiano (Roma, 1675). En ella Molinos muestra el camino para alcanzar a Dios, para ello el alma no debe hacer nada: sólo permanecer pura y sin pecado, apartada de toda preocupación o meditación. Dios haría lo demás. Este proceso provoca un vacío espiritual, una nada, que es el camino más corto para llegar a Dios.
La doctrina de Molinos es muy cercana al budismo y a su persecución del nirvana, lo que no escapó a Pierre Bayle, en su Dictionnaire historique et critique (1697), que cuestiona el pensamiento oriental y lo compara con el quietismo.
Las primeras escaramuzas de Molinos con la Inquisición fueron en 1678. Y tras dichos conflictos, Molinos escribió su Defensa de la contemplación, hacia 1679-1680.