Dulce dueñ o (1911), La Quimera (1905), junto con La sirena negra (1908) se suele considerar parte de una especie de trilogí a.
Dulce Dueñ o es la ú ltima de las novelas largas de Emilia Pardo Bazá n. Es su testamento literario. Aquí se expone el tema de la bú squeda de la felicidad y del amor ideal.
No es casualidad que la autora elija a Santa Catalina de Alejandrí a como leit-motiv de esta obra suya, porque esta santa representa en su má s alto grado el gusto por la sabidurí a y la belleza, así como la defensa a ultranza de la individualidad y la libertad femeninas, tan preciadas en la autora:
Yo amo mucho la figura de Santa Catalina. En Las Torres la tengo esculpida en piedra, con su tocado bizantino.
La bú squeda del amor, que se vincula, en té rminos plató nicos, con la belleza, y en ú ltimo extremo con Dios, es el motor que empuja tanto a Catalina de Alejandrí a como a Lina Mascareñ as, las dos santas, clá sica y moderna, protagonistas de Dulce Dueñ o.