Thomas Wolfe nació en Asheville en 1900 y murió en Baltimore a los treinta y ocho años, víctima de la tuberculosis. Considerado como uno de los más importantes narradores norteamericanos de la primera mitad del siglo XX, y admirado por sus coetáneos: de William Faulkner quien dijo de él que era el mejor escritor de su generación a Sinclair Lewis que incluso lo citó en su discurso de recepción del Premio Nobel, su novela El ángel que nos mira (1929) obtuvo gran resonancia en su país y en buena parte de Europa. Le siguieron otras obras de igual envergadura, como Del tiempo y el río (1935) o las póstumas The Web and the Rock (1939) y You Cant Go Home Again (1940). Wolfe es recordado especialmente por sus piezas maestras en formato breve, que Periférica comenzó a rescatar en 2011 con la publicación de El niño perdido, a la que han seguido Una puerta que nunca encontré (2012), que tiene evidentes conexiones con Hermana muerte (2014), y Especulación (2013).