Este libro ha sido escrito con manos temblorosas y dolor lacerante para aquellas personas que les interesa renovar su conocimiento de la trágica realidad que viven sus conciudadanos.
Para los que son capaces de sentir el dolor de los más inocentes y de los pobres de espíritu, que sin apelación sucumben ante la arrolladora perversidad del intelecto para los que se despojan de la divinidad terrenal y se atrevan a dedicar una sola lágrima como protesta al holocausto que por su apego a las leyes de un clásico reformismo legal, las víctimas y muertos de cada país latino americano, se han convertido en técnicas naturales de cada estado.
También, para aquellos que sabiendo que su lucha es estéril, dada las repetitivas condiciones negativas, piensan que, algún día, muy pronto puedan desaparecer el estereotipo de la maldad con elegancia y pedigrí. También, para los que puedan demostrar cuando llega la ocasión, regalar un solo pensamiento bondadoso y de solidaridad a la tragedia de nuestros hermanos latinoamericanos, quienes de rodillas piden "la misericordia divina" que un grupo anti-Cristo no les deja llegar.
Si por alguna razón a usted la lectura de este libro podría servirle de entretenimiento y tal vez de gozo morboso, le ruego cerrar las páginas de este "libro tragedia" como respeto mínimo a las víctimas del terror más inteligente y silente de todos los siglos.
¡Amén!