Irène Némirovsky nació en Kiev en 1903, hija de un rico banquero judío. Empezó a escribir en francés a una edad temprana numerosas novelas y cuentos, muchos de ellos autobiográficos, como El malentendido.
Obligada a exiliarse por la Revolución Rusa, se instaló en París con su familia en 1919. Saltó a la fama en 1929 con su segunda novela, David Golder, que fue adaptada al teatro y a la pantalla. Ese mismo año se casó con un hombre de negocios judío ruso, Michel Epstein. Al año siguiente se publicó El baile, una obra que relata el difícil paso de la adolescencia a la edad adulta. La adaptación cinematográfica reveló el talento de Danielle Darrieux. De éxito en éxito, Irène Némirovsky se convirtió en la musa del ambiente literario parisino, amiga de Kessel y Cocteau, y en 1937 dio a luz a su segunda hija, Elisabeth.
La Segunda Guerra Mundial puso fin bruscamente a esta brillante carrera. En 1938, a Irène Némirovsky y a Michel Epstein se les denegó la nacionalidad francesa, pero ellos no tenían intención de exiliarse, convencidos de que Francia defendería a sus ciudadanos judíos. Sin embargo, fue abandonada por sus amigos y su editor, y hubo de refugiarse en un pequeño pueblo con su marido y sus dos hijas. Allí Irène Némirovsky escribe Suite francesa, convencida de que pronto moriría.
En julio de 1942, los gendarmes la detuvieron y la enviaron a Auschwitz, donde murió de tifus unas semanas más tarde. Michel Epstein, que había intentado por todos los medios salvar a su mujer, también fue deportado en noviembre e inmediatamente gaseado a su llegada. Sus dos hijas salvaron algunos documentos que quedaron bajo la tutela de Albin Michel y Robert Esmenard hasta su mayoría de edad.
Tras su muerte se publicaron numerosas obras, y en 2004 recibió el Premio Renaudot a título póstumo por su novela inacabada, Suite francesa, que describe el éxodo de parte de la población francesa que huyó del ejército alemán en 1940.