Gaspar de Carvajal (Trujillo, c. 1500-Lima, Perú, 1584). España.
Tras ingresar en la orden dominica, marchó a Perú en 1523, dedicándose a la conversión de los indígenas. En 1540 fue capellán en la expedición de Gonzalo Pizaro, en busca del País de la Canela al este de Quito.
La expedición a atravesó los Andes y se internó en la selva amazónica. Pizarro ordenó a su segundo al mando que con cincuenta hombres (entre ellos Gaspar de Carvajal) descendiese el río Napo en busca de provisiones.
Alcanzaron la confluencia del Napo y el Trinidad, pero no encontraron provisiones. Sin poder volver atrás por la fuerza de la corriente, decidieron seguir río abajo, hasta llegar a la desembocadura del Amazonas.
Los datos de la expedición registrados por fray Gaspar de Carvajal proporcionan información de gran interés etnológico sobre la disposición y tamaño de los poblados, ocupación continua a lo largo de las barrancas del río, caminos amplios que comunican el río Amazonas con la tierra firme, tácticas de guerra, rituales, costumbres y utensilios.
A su regreso al Perú, Carvajal fue elegido subprior del convento de San Rosario en Lima. En este puesto, fue elegido para arbitrar entre el virrey, y los auditores de la Real Audiencia en 1554. Después de la pacificación del Perú, fue enviado por sus superiores como misionero a Tucumán, siendo nombrado protector de los indios.
Carvajal permaneció años en este territorio, y se dice que convirtió a la mayor parte de los indígenas de la zona. En 1553 fue instituido como prior del convento de Huamanga y provincial de Tucumán. Hay constancia de una carta de Carvajal al rey informándole de los abusos que sufrían los indios en las minas del Perú y pidiéndole interviniese en favor de éstos.