Cirilo Villaverde es universalmente recordado y reconocido por la que se considera su obra cumbre, la novela Cecilia Valdé s, un excelente retrato de la cultura cubana en las primeras dé cadas del siglo XIX.
No por eso debemos olvidar obras menores de Villaverde que muestran en detalle las costumbres y ambiente de su é poca. Este es, sin lugar a dudas, el caso de Dos amores, escrita en 1843. Este tipo de relato costumbrista y popular, contribuyó decisivamente a la consolidació n del gé nero en su paí s.
El argumento, muy en la lí nea de las tramas folletinescas, no se caracteriza por su originalidad, pero nos ofrece una sucesió n de escenas populares de acentuado color local. La historia Dos amores es tan sencilla que se puede resumir en pocas palabras:
Pé rez, un hombre de negocios que tiene tres hijas, resulta despojado de su fortuna por un empleado de confianza.
Teodoro Weber, de quien no sabemos casi nada hasta el final de la obra, está enamorado de la hija mayor, Celeste, y afortunadamente puede salvar al padre de una ruina total.