Mabel Collins (1851-1927) fue una escritora y mística británica, conocida por sus aportaciones a la literatura esotérica y teosófica. Collins se crió en un entorno culto y desde temprana edad mostró un gran interés por la espiritualidad y el misticismo. Aunque comenzó su carrera literaria escribiendo novelas románticas, su búsqueda espiritual la llevó a explorar temas más profundos, lo que la posicionó como una figura influyente en los círculos teosóficos de finales del siglo XIX. Collins se unió a la Sociedad Teosófica, fundada por Helena Blavatsky, donde se involucró profundamente en la exploración de las tradiciones espirituales orientales y occidentales. Su compromiso con la teosofía y su conexión con figuras prominentes dentro del movimiento, como Blavatsky, influyeron significativamente en su obra y pensamiento. Además de su trabajo literario, Collins tuvo una vida rica en experiencias espirituales y esotéricas, que incluyeron la práctica de la escritura automática y la comunicación con lo que ella percibía como maestros espirituales. Su vida, sin embargo, no estuvo exenta de controversias y conflictos dentro del movimiento teosófico, lo que la llevó a distanciarse de algunos de sus contemporáneos. Mabel Collins falleció el 31 de marzo de 1927, dejando tras de sí un legado duradero en la literatura esotérica y espiritual. Su obra sigue siendo estudiada y valorada por aquellos interesados en la búsqueda de la verdad y el autoconocimiento espiritual.